Un “Alguien” Antes de la Puerta:
¿Se ha destruido el viento? ¿Se ha evaporado el agua? ¿El fuego ha sido
atrapado en las paredes de una cárcel? ¿Y la materia? ¿Puede morir?...
Los escalofríos de una piel perdida en los desamparos de una Fe
agonizante, hacen saltar a su corazón por un acantilado... ¿Existe la salvación?
Unos pies de plomo atrapando a un cuerpo en la tierra, se hacen raíces que
abren camino al oscuro interior. Profundo…Sin luz… ¿Existe la seguridad?...
Todo escrito en un cuento para el niño adulto, las rosas son arrojadas a
sus pies, ¡¡¡La fama y el éxito alcanzados!!! Pero
son rosas…unas espinas clavan la No-Realidad en unos pies que procuran dolor
imaginario a su dueño.
¿Existe la veracidad de las emociones? El cuento para el niño adulto
sigue siendo leído, y esos pies doloridos siguen dando un paso al vacío para
experimentar la caída por el acantilado.
¿Dónde está el Ser? ¿Existe?...
Mi nombre fue pronunciado y fui llamada a protagonizar un cuento. Hará
dormir al niño, hará llorar y reír al lector en soledad y hará olvidar su
existencia tras pronunciar su Fin… se habrá escrito historia, un apunte
en un gran libro…
¿Pudiera ser éste el sentido de la Vida? ¿Escribir una gran historia en un
gran libro para que sea leída por un gran número de lectores?
Quizás Dios sea sólo un escritor en cuya imaginación cobre vida todos
los integrantes de su gran historia, compuesta por historias pequeñitas y
particulares…
Un “Alguien” en la Puerta:
Desafortunada pareciera la idiosincrasia de la Vida Humana. Enterizo has
de creerte pero la división de tus sagradas partes abundan en tu discurrir.
Conoces el tema de tu Vida, conoces el desenlace de tus actos y aún así,
asimilas los atributos de la dualidad con delicadeza y también con aseveración.
Dormías y despertaste, flaqueas y pese a ello, elevas tu vibración, pero
los restos de una Humanidad ya obsoleta respiran aún en tus poros.
Las materias tienen su proceso, sus espacios y su tiempo. No es
procedente para el alma consciente sufrir impaciencias absurdas, no es su
naturaleza. Tranquilo.
La costumbre no es una piedra que cae sin más para colocarse en la
dirección del camino. La costumbre desea los desafíos para evaporar de su
esencia el No-Movimiento.
El No-Nombre es lo que ahora importa, la No-Identidad es lo que prima en
este momento. La falsa de la particularidad es la puerta que se había de
cruzar. La pluralidad no es otra cosa que la consciencia haciéndose eco de la
unión, la unicidad más bien.
Las derrotas y los logros particulares son los movimientos de unos pies
subiendo o bajando escalones de una
escalera imaginaria creada para un fin. Conocer o el deseo de conocer ese “fin”
forma parte del mecanismo de la mente que se sabe finita y por ello había de
poseer el control.
El mayor desafío del humano es el perder el control pues su mente así,
se sentiría amenazada y esto, es algo que no le gusta, su supervivencia está en
juego. Curiosamente este acontecer hará que te puedas ver… Un desafío afortunado
¿no crees?...Sorprende en demasía cómo se lastima uno mismo para que así sienta
seguridad su mente…
Todo esto ya pasó, todo esto ya forma parte de la Historia ¿Cómo
explicar con contundencia y claridad que los caminos a seguir se han borrado?
Ya no hay caminos, ya no hay objetivos claros que conquistar pues la Unión es
la que prima, todo lo que está alejado de ella fracasará. Lo particular ya no
será noticia, será ignorada, no creída… La particularidad tenía su razón de
ser, y no era otra cosa que la necesidad de conocerse a si mismo.
Ese tiempo ya aconteció y el ciego que lo es a sabiendas ahora, será una
mera anécdota y estéril será su resultado.
Ya no interesa tu personaje, eso era sólo para ti y lo conseguido con
ello era el espejo fiel e imparcial. La mentira proyectada conseguía mentira
consentida.
El Gran Paso se dio, su adaptación conllevará muchos fracasos
particulares todavía pero también muchas sorpresas para el que trabajó en la
sombra y con su sombra.
Lo estás notando, tu interior te decía algo, tu cuerpo así te lo
mostraba ¿Enfermedad quizás?... Las vías de tu tren dejaron de existir y tu
caminar no está delimitado por senderos y no has de elegir ¿Sorprendente?...
Ante ti un vasto espacio, una llanura inmensa. La inercia es construir
un nuevo camino para ti pero éste será borrado inmediatamente, eso ya no es lo
importante. Recuerda, tus pasos como particular serán estériles. Tú sólo
camina, y saborea la travesía, ahora esto es fácil, antes sólo era una mera
frase inspiradora, ahora lo importante es ser consciente de que caminas pero en
compañía y puedes disfrutar de ello.
Podría abrumar bastante, pero como todo lo referente a la Humanidad, es
sublime y este paso también lo será, es, pues ya se puede contemplar. No estás
loco, ni solo. Si se hubiera de aconsejar algo en estos momentos, sería,
recuerda lo que se siente al ser un niño, todo es nuevo, todo es excitante y
sobretodo entiende que no puedes controlar nada, el control ahora está en el
conjunto.
Un “Alguien” tras la Puerta:
Se entra en el ocaso de la lucha, la marcha
hacia el horizonte ya no es imposible. Estamos pareciera ante una línea que ya
ha desaparecido. Miramos hacia atrás y vemos como quedó allí mismo, en “el
atrás”.
El sentimiento de incredulidad aún es grande
y te hace caminar con los mismos zapatos pero empiezan a apretar y no son
cómodos en absoluto.
Se cruzó la línea y en este lugar tan
extraño y novedoso, la inquietud y la calma se dan de la mano, no se está acostumbrado
a tal disyuntiva pero existe una seguridad sin nombre que sustenta a todo ello.
Es la seguridad del Alma que entiende que ha hecho un buen trabajo y la mente
aún no lo ha procesado del todo y está inquieta, incrédula y miedosa. Su supervivencia,
ya sabes, un estado al que obedece que se sabe no infinito, entra en pánico de
la mano de la no quietud. Solo resta sonreír de la misma forma que se ve a un
niño descubriendo por vez primera, lo que sea…
Esos zapatos viejos reinventan ocasiones
para seguir viviendo, incluso bombardean a su dueño con propaganda engañosa ¡Si
los tiras, las ampollas vendrán a visitar tus días!
Ya se ha cruzado la línea, no lo olvides,
allí necesitarás zapatos nuevos y si me apuras, te diría que ya no hacen falta
zapatos.
No es necesario repetir los mismos errores del
pasado para aprender. No es necesario llorar la falta porque la necesidad se
habrá retirado para morir en paz, sólo habrás de sentarte en la seguridad que
tu alma te brinda y coger las riendas de tu nuevo carro, el que recorrerá tu
Vida nueva, las nuevas vicisitudes no se conocen, ni los nuevos desafíos y obstáculos,
serán convenientes y apropiados, ahora bien ¿Cuánto cariño tienes a tus viejos
zapatos?...
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