Mañana
será otro día, mañana saldrá el sol de nuevo y las respiraciones seguirán su
rutinario trabajo bajo la luz de la mañana. Las vidas emergerán del sueño, no sé
muy bien que será de mí mañana pero hoy muero en la noche extasiada. El
recuerdo de unas horas en lo alto del mundo ha sido suficiente para acabar
postrada y entender con resignación que un cuerpo aguanta poco las elevadas
energías. Quiero más, más no puedo en la continuidad, debo reponer el fuego que
explotará mañana otra vez mi ser. Quisiera acompañarte, pero no tengo claro
cuál es la fuente, ¿La locura? ¿La llamada? O ambas cosas. Sigo sin saber
aunque sé en realidad, los engaños siempre parten de uno mismo, engañando o
dejándose engañar. No pretendo nada y a la vez lo quiero todo, y cuando hablo
de todo me refiero al TODO.
Y la puta
lucha interior suma y sigue, parece que no tiene fin. Está bien, es su razón de
ser, eso ya lo he aprendido y empiezo a respetarla. El miedo en cambio se
alimenta de la duda y ésta aparece aún cuando ya has decidido, incluso cuando
gritas con lágrimas de sangre la intención de tu interior, te arrancas el
corazón en señal de veracidad y una simple gotita vuelve a encender la duda y
con ella, retorna el miedo. Es sobrecogedor y… ¡Terrorífico!, pero he
entendido, si flaqueas y te dejas llevar por el pánico el fango al que caes se
transforma en tu hogar y allí puede que no sobrevivas.
Algo ha
cambiado en mí, el fango solo me llega a los tobillos, me dificulta el andar
hasta la salida pero consigo llegar y no miro mucho tiempo la negrura del piso,
eso es ¡Magnífico! y muy loco. Y cobra en mí sentido la frase “Solo quien sube
sabe de la grandeza de las alturas”. Ahora lo veo, ahora lo CREO, ahora es el
momento, puede que ya no tenga otro. La pasión, la energía es nueva, es Vida
pura y dura, jamás lo había sentido antes como lo he sentido hoy, y no solo
miraba tus ojos, miraba al Mundo ciertamente, lo vi entero y me di a él, me
entregué. Deseo volver a hacerlo y lo haré, seguiré hasta que la vida en este
cuerpo decida marchar, ya no hay marcha atrás, ya no deseo otra cosa. Ha dejado
de tener sentido para mí el resto, ya no me conformo con mi triste respirar ni
mirar mariposas, el cielo está en mí, el Amor está en mí, y así lo devolveré
multiplicado por cada uno de los seres de este Universo. Volverán las dudas,
volverán los odiosos miedos y volverán las tristes golondrinas pero yo ya no
puedo mirar hacia otro lado, ya no me lo permito. Irracional, insensata y loca,
lo sé, lo sé. ¿Y tú? También lo has probado, ¿Seguirás? Yo solo te he pedido un
mensaje ¿Esto es verdad?...
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