El Vampirismo Energético

   Con las manos en la cabeza, el cínico ensucia el silencio, probablemente por no saber,  probablemente por olvido, pero el equilibrio es el dueño, él domina la situación, él lo domina todo.

    A lo largo de los días los seres pasan la vida gastando energía y posteriormente cargándose de ella, así continuamente, un incesante flujo de entrada y salida, aunque no siempre en la misma proporción. Es obvio pensar que hay innumerables formas de cargar energía, con el alimento, con exposiciones al sol, con terapias como puede ser el Reiki, etc. Incluso a veces ya no solo es necesario cargar sino descargar, tal como lo hacen los animales de una forma natural cuando se sacuden o clavan sus garras en un árbol. El ser humano con el paso del tiempo y la “Evolución” ha perdido esa particular forma natural de deshacerse de energías no apropiadas para la salud.

   Pero el Equilibrio es una ley primordial en todo el Universo, es por ello que incluso cuando se niega la existencia misma de la energía y su comportamiento trascendental en la salud, vete tú a saber por qué historia inventada o no; inconscientemente el cuerpo sabe como nutrirse de energía cuando le hace falta o no es suficiente con la aportación de alimentos. Así es que se pone en marcha esta ley, y como vasos comunicantes las energías pertenecientes a distintos individuos, se equilibran entre sí, el que dispone en un determinado momento de poca energía se nutre de otra persona la cual cede una porción de su propia energía, estableciéndose un reequilibrio entre ambos. Esto es un acto involuntario, no interviene para nada la voluntad, se podría decir que es simplemente la física actuando.

   Este fenómeno es notable cuando una persona está enferma, baja anímicamente o agotada energéticamente y necesita de otra para recargarse, nutriéndose de una gran cantidad de energía que no es propia, es lo que se llama Vampirismo Energético.

   El Vampirismo viene caracterizado por síntomas tales como el cansancio, pesadez en las extremidades, dolor de cabeza o de articulaciones. No se asocian emociones, es solamente desgaste físico.

   Existe mucha controversia y bastante deformación con este tema, pero la realidad aplasta  cualquier intento de enmascararla con matices morales, pues como he dicho anteriormente, no interviene la intención del individuo, es un acto natural, automático, involuntario e inevitable, todos hemos sido vampiros energéticos y todos hemos sido víctimas de ellos y seguiremos siéndolos.

   La gran diferencia entre el Vampirismos Energético y el Efecto Diapasón, radica en que el Vampirismos afecta a nuestra ”Cantidad Energética” y El Efecto Diapasón afecta a la “Calidad Energética”.