Pensaba, mientras distraída jugueteaba con mis manos, recostada en el acogedor sofá e impasible de lo que ocurre en el mundo. Pero el mundo se mueve y en él viven seres, todos ellos también participan en la fascinante acción del movimiento. Se pudiera pensar que el movimiento implica desplazamiento, pero… ¿Un ser quieto en un momento determinado y en un espacio concreto, se mueve? Para los seres pluricelulares sería fácil y contundente responder que sí, existe todo un universo dentro mismo de un ser vivo, miles, millones,… de células y más células, yendo y viniendo de un órgano a otro, transportando, respirando, formando sistemas complejos, etc. Incluso para seres unicelulares, dentro de una célula existe otro universo de componentes, los cuales no participan de la quietud, precisamente.
No hay nada quieto en el cosmos, no hay lugar para los valores absolutos. Todo está en un continuo fluir, un incesante e ininterrumpido vaivén de fuerzas y partículas, vibrando y bailando todo ello al son de una música, pues atienden a un ritmo no aleatorio. Inclusive la materia llamada inerte (no sé si bien o mal, ya que puede que algún día nos sorprendan con un nuevo concepto de lo que es la Vida), subdividida por elementos que a su vez se descomponen en las partículas más pequeñas, en los átomos. Podríamos seguir descomponiendo en subpartículas atómicas conocidas y las aún por conocer, hasta que los descubrimientos acaecidos agotaran sus nombres, pero creo que es suficiente para llegar a la evidencia sabida de que todo está compuesto por átomos tanto lo vivo como lo inerte. Todo ese movimiento de fuerzas, esas partículas vibrando, no son otra cosa que la Energía.
Todo y todos somos Energía, y necesitamos la energía para seguir en movimiento, o ¿Podría decir viviendo?… La frecuencia con la que vibran los átomos será la que dictamine la densidad del elemento en cuestión, así pues cuanto más rápido vibre los átomos más sutil será la energía y viceversa.
El ser humano es un Diapasón gigantesco, todos sus átomos y partículas vibrando con una determinada frecuencia, interactuando con otros seres humanos y con el medio. El Diapasón es una pieza metálica en forma de U que se utiliza para afinar instrumentos musicales. Cuando se le da un golpe vibra a una determinada frecuencia según su afinación, y tiene una particularidad muy curiosa y es que cuando se acerca a otro diapasón que está en reposo, éste último comienza a vibrar a la misma frecuencia al unísono. ¿Qué pasa cuando dos personas están lo suficientemente próximas para que sus campos energéticos se toquen?... Sencilla respuesta, dos diapasones cerca…
No somos seres aislados de lo que nos rodea, aún cuando estamos en soledad. Un lugar al aire libre tiene una energía diferente a la que pueda existir en una habitación de hospital, todos somos capaces de notar esto, pues somos seres vibrando y vibrando captamos el entorno cercano. Incluso, las emociones tienen sus particulares frecuencias vibratorias, el odio, la tristeza por ejemplo vibran con una frecuencia densa y pesada; en cambio, la Alegría, el Amor, vibran con una frecuencia más ligera. La salud y la enfermedad vibran con una frecuencia diferente, las palabras que decimos según su entonación dan lugar a una energía distinta aún siendo la misma palabra… Cada elemento del Universo tiene una vibración particular, la cual a su vez puede cambiar, el Ser Humano como partícipe y componente del Universo nota las vibraciones y emite vibraciones, esto es el llamado Efecto Diapasón. Lo ponemos en práctica todos y cada uno de los días de nuestra existencia, entramos en una determinada habitación y sentimos malestar sin saber muy bien por qué incluso se nos eriza el vello, o al contrario, nos sentimos de maravilla en un lugar concreto (Hemos sintonizado con la energía subyacente). Nos duele la cabeza al acercarnos a una determinada persona y se nos va cuando nos alejamos, o sentimos tristeza cuando no tenemos ningún motivo para ello y además sentimos la sensación de que no nos pertenece, etc. Realmente es un flujo de energías que van y vienen en todos los sentidos y son captadas por seres que poseen la capacidad de una especie de Empatía Energética.
El Efecto Diapasón, es una herramienta muy útil para quien practica Reiki, ya que por un lado ayuda a localizar partes del cuerpo o emociones a tratar del paciente, y por otra, al resonar en el propio cuerpo del terapeuta, le indica una dolencia o emoción latente no tratada o no sanada en su totalidad.
Me gustaría con todo esto contribuir a que el ser humano fuese consciente del tremendo poder que posee, que poseemos todos, para conocer y conocernos. Si confiáramos en lo que sentimos, en ese enorme, fascinante y sagrado Diapasón interior, nadie nos mentiría y sería inútil mentir pues seríamos descubiertos. Todo iría mejor…
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