lunes, 23 de noviembre de 2015

Hombre-Mujer


<< Guión Original de “Hombre-Mujer” escrito especialmente para el grupo de teatro Teosolídate cuya representación teatral fue presentada en el I Congreso Internacional Mujeres, Cultura y Sociedad – Universidad de Almería – 20 de noviembre de 2015 >>

Hombre-Mujer

   Soy Un Hombre, voy a repetirlo, Soy Un… Hombre, parece evidente, ¿no? Hay un ser dentro de mí que me grita, pero estoy sorda, debe de ser porque el escuchar se hace difícil cuando todos los sentidos están activados a un tiempo. Todo está magnificado cuando la Creación se hace patente en mí, eso debe de ser porque estoy viva, sí,… estoy viva y porque lo estoy, siento y pienso, las dos cosas, soy Hombre-Mujer, la Vida fluye en mí, yo soy la Vida.

   Soy Un hombre, y me levanto cada día con los quehaceres por devenir en las manos y los sueños en los zapatos. Las exigencias del guión de esta Vida nuestra, ponen difícil perseguir los sueños, esas peticiones del Alma que a veces duelen en los huesos pues el perseguir mariposas de colores no está contemplado en la lista de tareas, responsabilidades y compromisos ¿Algún voluntario para llevar mi mochila? Quisiera irme ligera de equipaje…

   Hoy he contemplado embobada el jugar de mi hijo, estaba ahí tirado en el suelo, cogiendo vete tú a saber que gérmenes y demás estúpidos bichos invisibles que tanto nos preocupan a las madres. Intentaba ganarse a sí mismo en una carrera de coches, me pregunto qué criterio seguirá para elegir el ganador, no puedo más que sonreír ¿A caso eso tiene importancia? Miraba su bonita cara ensimismada en sus “quehaceres”, en esa edad, jugar es su tarea, ¡Dios pagaría el sueldo de un año entero por hacer lo mismo!, y pensé que era el niño más guapo del mundo, podría ser el orco horrendo y monstruoso del Señor de los Anillos, que para mí, seguiría siendo el ángel de luz más hermoso que el Universo podría haber creado nunca. Amor de Madre supongo, amor de madre…

   Soy Un Hombre,… que al contemplar a su hijo ha pensado… He pensado en las madres del mundo, he pensado en ese Amor Incondicional que brota puro del corazón de La Madre, como lo hacen los ríos, un Amor que haría libre y respetuoso al Ser Humano. Y…, He sentido ese mismo corazón encogerse, como se encogen las flores marchitas al morir, he sentido el llanto desgarrador y en silencio de la Madre que por no poder hablar deja marchar a su hijo a la guerra. Una guerra absurda y sin sentido, maquinada por unos pocos aburridos y vacíos seres, que hipócritamente duermen y sientan sus culos en cómodos algodones a salvo de las atrocidades que ellos provocan. He pensado en todo eso… Ha sido solo un momento.

   ¿Conclusión? Nosotros estamos a salvo ¿Verdad? Uf!!! Que susto por un momento me había dejado llevar por el horror de una realidad que es lejana. Las Madres aquí no dejamos que nuestros hijos tengan que pasar por algo parecido, no educamos a nuestros hijos lejos del “Rosa” ¿no? Las Madres aquí, no tenemos barreras ni muros para Expresar y Enseñar en el Amor, y por ello, los hijos crecen equilibrados y aprenden desde el respeto, no utilizan la fuerza, ni la violencia…No, aquí no, ¿Alguien podría explicarme que es la ironía?...

   Soy Un Hombre que habita en un planeta llamado Tierra, ese planeta también es Madre, madre de todos nosotros, ¡Mira tú por dónde! Soy Un Hombre, y me vuelvo a reiterar. Llevo un rato utilizando esa expresión, y todo tiene su motivo y su propósito. Soy Un Hombre, sí, pero no un Hombre-Varón, ¿A alguien se le ha ocurrido pensar que el Hombre-Varón se ha quedado con el nombre de nuestra especie? El Hombre… engloba a toda una especie de seres vivos, El Ser Humano (que también es masculino), también es “El Hombre” con mayúsculas. No estaba mintiendo, ni tampoco hablaba de forma irónica, realmente soy “Un Hombre”, pero no varón, Soy Un Hombre-Mujer.

   Soy un Hombre-Mujer, que puede pensar y que siente la fuerza de la naturaleza con todo su equilibrio y con toda su belleza desde dentro, pues nos movemos como ella, con sus ciclos, unos detrás de los otros en perfecta armonía, tal cual vibra el Universo. Soy ese ser que tiene mucho que decir, pues la historia de nuestra especie ha agarrado nuestros pescuezos y ha pintado nuestras bocas con una mordaza de carmín. Hoy me quito ese bozal, ya me adorno yo como quiera.

   Hablo con la fuerza que da la Mujer que es la Tierra, también lleva tiempo callada aunque su lenguaje está exento de palabras. Mirar fuera y contemplar cómo habla la Tierra, cómo se expresa, cómo crea. A veces llora y se queja, pero aún así ama, y lo demuestra con su belleza, con el mimo del susurro del viento, con la brisa fresca del mar o con las caricias de los capullos en flor. La Vida hecha materia, el esplendor y la perfección en nuestros sentidos, la plenitud de la Creación a disposición de quien también sea capaz de Amar así.

   Ahora mira al Hombre-Mujer… ¿Qué ves? A caso ¿No ves lo mismo?...

   Estaba escondida, no me dejaban encontrar un camino limpio y sin obstáculos. Eso me hizo aún más fuerte como el roble que crece al filo del precipicio. No quise tampoco buscar culpables, es lo que tiene mi corazón, es lo que tiene el corazón del Hombre-Mujer. De igual modo no quise disfrazarme, tantas exigencias y tantas expectativas puestas en mi desde que mi vida comenzó a poner en marcha ese mismo corazón. Encasillada en un estereotipo que no elegí ¡Cuantas molestias tomadas en un ser que aún no sabía quién era! No, no seguí la máscara que me cosieron con hilo de plata.

   ¿Soy un payaso? ¿Soy una marioneta? ¿Soy una montaña a la que conquistar clavando una bandera? ¿Soy la mano que mece, limpia y satisface fantasías? … ¿Soy todo eso?

   Escucho mi risa y mi tristeza, pues el Hombre-Mujer que te habla, retuerce su rabia en las cargas aprendidas y en los silencios de una culpa impuesta, una culpa inventada para la ocasión tatuada en su piel por alguien que no tiene rostro. Cómo mostrar una cara que riendo con muecas de perversidad y soberbia, te da la mano con-Venciendo de que es tu salvador, tu única salida para subsistir en un mundo hostil dada tu fragilidad.

   No, y retomando el hilo, no soy todo eso, lo he aprendido, tampoco tenía otra elección.

  Soy un Hombre-Mujer que vela por su luz porque simplemente sabe que tiene Luz. También vela por los suyos, pues ve la luz también en ellos, y en la de todos. Y lejos de obtener la salvadora y amable correspondencia, obtiene el peso de la humanidad como carga inefable. Y el corazón sigue latiendo, se puede oír en la quietud aplastante del vacío. Sigue latiendo.

   Soy la fuerza que tras los portazos, los gritos o las risotadas, mira al suelo en busca del Dios del cielo, sabe que siempre es escuchada, sabe que la escucha es inagotable y sabe que el Amor un día ganará, pues el Amor no duele y es invulnerable a la oscuridad. A veces simplemente no hay suficiente tiempo o eso pareciera…

   El cielo abre sus puertas a la piel, a la pasión por la Vida, al entusiasmo. Las abre de par en par dibujando sonrisas en un vientre, y dibujando esperanza en los ojos de quien los sabe abrir. Voy a contar una pequeñita historia de un hombre-mujer cualquiera, con un nombre muy peculiar, María. Es una hermosa persona, ha cumplido recientemente 42 años y en plena crisis de los cuarenta hizo lo propio, revisó toda su vida. En esas rememoraciones en las que todas sus hazañas y todos sus errores se agolparon en un breve trocito del tiempo, hubo un recuerdo que le sacudió por sorpresa. Fue una tarde de domingo; ella estaba estudiando en la Universidad y ese fin de semana visitó a sus padres. Su padre acostumbraba pasear al atardecer al aire libre, y esa precisa tarde, María le acompañó, sin saberlo sería la última vez que vería a su padre con vida. Después de caminar un rato, se sentaron a reposar bajo un gran árbol. Y allí fue cuando una reflexión a modo de pregunta al viento desconcertó hasta la fecha a María, su padre con la vista puesta en la nada le dijo “Estoy muy orgulloso de ti… ¿Pero qué es lo que tenéis las mujeres?...”, Murió con esa gran inquietud y con ese enigma…

     Me pregunto si realmente es un misterio, María también se lo preguntó,…

   Retroceder en el tiempo supuso entender que la visión de la Vida tiene dos puntos de mira, el equilibrio radica cuando esas dos versiones de una realidad se hacen amigas. ¿Sería posible algún día hermanar esas dos fuerzas? Quizás el padre de María pudo ver con claridad que las dos grandes fuerzas de este mundo, masculina y femenina, no están a la misma altura. El 50% de la Humanidad está por encima del otro 50%, en una escala que es vertical, siempre hay alguien por encima de otro alguien, y a su vez ese alguien tiene a otro por debajo. Pareciera una competición por el poder. ¿Para qué? Estoy abierta a toda clase de respuestas... No hay equilibrio en este mundo, pues sus dos energías principales, están separadas, no están equiparadas,…  llegados a este punto me atrevería a decir, y es un atrevimiento muy osado, que todos los problemas de este planeta se solucionarían cuando la fuerza o esencia femenina esté al lado de la masculina. Juntos, de la mano sin competición, de una manera equilibrada y de colaboración, cada cual aportando su naturaleza, se lograría construir un mundo de ensueño, un paraíso de belleza y armonía ¿Utopía quizás?… Siguiendo la osadía, lanzaría otra pregunta al aire ¿A quién beneficia esta situación de desigualdad?...

   Soy un Hombre-Mujer que entiende muchas cosas, las comprende porque lleva siglos y siglos en la sombra observando y amando a la vez. Está a la espera de dar a luz a ese Hombre con mayúsculas que sepa integrar las dos grandes potencias. Su esperanza no tiene límites, ve con toda claridad, con la frescura de la mañana, que un día el Hombre-Varón y el Hombre-Mujer disfrutarán del magnífico Jardín del Edén que es la Tierra, porque entiende que es lo natural, comprende que la evolución tiende siempre a equilibrarse, a encontrar siempre la concordancia y el perfecto ritmo de una canción. Una dulce canción…

   Soy un Hombre-Mujer que pese a las dificultades de su historia, confía en la promesa de la Creación. Soy el Amor fluyendo aunque te rías, aunque ridiculices una faceta de mí que es importante y que es clave, y lo sabes. No malinterpretes mi hablar, entiendo que lo hagas, entiendo que tu status no desees perder, pero la creación también fluye en ti, pues naciste de un Hombre-Mujer. Creo en lo bonito que ha creado Dios, o el Universo, o vete tú a saber qué… Creo que es posible llegar al entendimiento y que la naturaleza se manifieste en nosotros, en todos nosotros con todo su esplendor. Creo, y por creer, lo amo aún más pues así ha de ser, pues su origen radica en la Vida. Y la Vida es bella y amorosa, sólo da abrazos, a veces camuflados de empujones para que sus polluelos se atrevan a levantar el vuelo. Atrévete a verlos volar, atrévete a volar…

   Soy un Hombre-Mujer y sé que soy muy pesada por repetirlo pero quién podría decirlo tantas veces como lo hago yo sin que resultara una demagogia… Escucha el sonido de la magia, ella también es mujer, ella hace cosquillas al corazón que aunque la mayor parte del tiempo esté dormido, sabe despertarse con los rayos del Sol. También lo sabes, cuando te enamoras, cuando ocurre un milagro que destroza tu mente y tu proceder mecánico y autómata, ¿Acaso piensas que no es real? ¿Piensas en serio que es una casualidad? ¿Crees que es una locura? La Creación actúa de forma insospechada, disimulada. Aún no puede ser expuesta abiertamente, necesita su proceso, lleva tiempo haciéndolo pasito a pasito, ¿Puedes notarlo? El Hombre-Mujer actúa de esa manera, la sutileza es su lenguaje, la delicadeza es su arma más preciada, y la fuerza…, esa, es su motor moviéndose desde dentro, su vigor y su potencia destrozaría montañas, o las movería más bien. “El Amor mueve Montañas” ¿no? Ese es el dicho, dicen…

    Soy un Hombre-Mujer y esta es la última vez que digo esto, con todo el cariño que mi corazón ha sido capaz de abarcar, pero la existencia tiene su camino y no se detiene, es un continuo andorrear contemplando y aceptando a veces paisajes amables y otras, no tan sociables.  En estos instantes soy simplemente un ser contento, la alegría me ha poseído, sí, estoy feliz pues lo que soy es palpable, se puede ver ¿No es así?...

    Me ha acariciado la música del firmamento, puedo danzar con libertad, como lo hacen las aves al volar o los peces al nadar, o como la niña en una tarde de verano, la verdad es que no tiene mucha importancia, sólo bailo porque he comprendido que el Amor no está ausente, he sentido mi esencia, es como el agua subterránea que forma ríos inmensos de agua cristalina bajo la tierra, bajo tu piel y bajo la mía. Es posible que no la veas pero su furia vivificante y liberadora corre sin dueño por tus venas, y sólo es cuestión de tiempo que encuentre una vía de escape y salga afuera al mundo y grite feliz, ¡Al fin he llegado!, y podrá notarse en todo ser humano, en todo ser de este paraíso…

   He sentido una presencia, ha sido como la aparición de un ángel. Estaba bajo la agradable sombra de un magnífico árbol, la brisa era fresca y con mimo tocó mi cara, cerré los ojos y sentí aquel arrumaco de la naturaleza y cuando los abrí, vi a un anciano. Estaba de pie apoyado en el robusto tronco, tenía una pose calmada, me transmitió mucha paz y serenidad la verdad. Tuve que sonreír, pues asombrosamente aunque jamás lo había visto, le reconocí, era el padre de María. Sus ojos desprendían una gran emoción, apunto de brotarle las lágrimas diría. Me dijo que al fin había entendido y que no agotara mi compasión ni mi paciencia, que estaba muy cercano el momento que la verdad saliera a la luz. Me dijo que el miedo hacía de los hombres seres crueles y ciegos…, actúan según ese miedo, subyugan,  humillan y encarcelan al enemigo, en este caso, supuesto enemigo. Es la falta de comprensión ante la magnificencia de la Creación y de la Vida, pues en su soberbia el hombre se cree a merced de ella e intenta por todos los medios poseerla, quiere lo que no puede tener, sin pensar siquiera que eso es absurdo, pues la propia Creación ha concebido a todos los seres como partes de un motor, el motor del Universo, que  ha de funcionar correctamente y para ello todas las piezas han de encajar perfectamente y en equilibrio, es muy sencillo. Volvió a sonreírme y terminó diciéndome, no has de negar lo que eres, Él tiene que saber, para que el Amor fluya libre sin condiciones, tú has de decir lo que eres, has de decirlo…

   Así que no me queda otra…Soy la Creación, Soy la Vida, Soy la que ama y espera ser amada en igual medida, Yo…

     SOY MUJER.
 
 
<< El Grupo de Teatro Teosolídate, bajo la dirección de Lou F. de Alba Martín, se gestó hace dos años con la intención de solidarizarse con distintas causas por la infancia. Es un grupo abierto que conoce la llave que conecta la cordura con la locura y viaja de un lado al otro para ser un espejo de la vida de forma consciente >>

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