
Se encontraba de espaldas a
la pared, eso era lo único que tenía claro, notaba el duro muro presionar su lomo. Su
agitación hacía que el corazón deseara como sediento en el desierto encontrar
un oasis. La angustia dueña en ese trance, le costaba encontrar una salida y
arañaba con los dedos ensangrentados la lapidación que su propietario creía
vivir. Respiró tres veces, quiso tranquilizar su particular caos, lo logró en
parte.
El sol le calentaba el
rostro, y la brisa en aquel día se levantó para ayudar a aquel perdido a ubicar
al menos su cuerpo. La escena le derrotó y le horrorizó, él pudo recordar… Su
cuerpo se encontraba aplastado e inerte en el pavimento gris de aquel frio callejón,
el olor de su sangre, le obligó a cerrar sus ojos.
Una mala racha coronó una
vida difícil y dolorosa por encima de todo. Un mal y fatídico año, una sucesión
de calamidades, y un día, en el que la tristeza desconectó a su razón de su
alma, el aire le pareció la meta. Todo acabó en la caída del ángel desde un
quinto piso, o eso creía, recordó la emoción que le empujó y la saboreó en
aquel momento, un sabor amargo, ¡Qué estúpido! Tras poner el primer pie en los
horizontes de la gravedad, el arrepentimiento golpeó más fuerte que el asfalto…
ya era demasiado tarde.
Se echó las manos a la cabeza, maldito el
instante que rompió los cordones del silencio y bajando la cabeza, alquiló su vista a la ceguera. Había pasado
algo por alto, se percató al volver a dirigir su mirada a su cuerpo. Se vio a
si mismo destrozado, muerto en el suelo, y en cambio se movía, pensaba,… ahí de
pie, clavado a una pared, ¿Cómo estar en dos sitios a la vez?
Alguien le tocó el hombro y
con una cálida sonrisa le preguntó <<¿Has entendido?>> El
sobresalto regresó como viajero de otro mundo en busca de un planeta
alternativo. Aquella fuerza que osó tocar su… en realidad, fue una sensación
extraña pues sintió su contacto como una energía pero no de igual forma que
cuando uno te toca la piel. Fue entonces cuando retrocedió cuál cinta
rebobinándose. ¿Entender? Sí, empezó a tomar consciencia. Ignoró por completo a
ese ser y corriendo se acercó a aquel cuerpo roto y deshecho. Se arrodilló e
intentó levantar a ese hombre, a ese… cadáver, imposible levar anclas de ese
barco, mi barco se dijo. Dejó sus brazos colgar y dejó su rostro hundirse en la
miseria. Quería llorar, pero no pudo, lo que había hecho ya no tenía marcha
atrás, ni tenía ningún sentido.
En ese mismo momento fijó su
mirada en el andar gracioso y atareado de una hormiga, siempre le había llamado
la atención aquel pequeño animal, tan insignificante y en cambio, capaz de
realizar grandes cosas, máxime cuando la “gran” familia invertía su energía en
un menester común, ¡Admirable! Notó la vida, y la empezó a echar de menos. Era
extraño, el podía ver, podía sentir, podía pensar,… pero ya no era lo mismo. La
vida habita en el ser, en el sentimiento, en el respirar, en los oscuros mundos
del olvido y de la oscuridad, en las cosquillas secretas de tu cuerpo, en el
hacer el amor por primera vez, en todas las veces, en el curar de las heridas,
en el saborear de tu plato favorito, en el despedir a un amigo, de un ser
querido, en… Se levantó de un salto un poco colérico, ¿qué estaba pasando?
Una habitación pintada de
blanco, sin decoración, sin ventanas ni puertas, ocupaba sorprendentemente ahora
todo su espacio y su retina, se giraba sobre sí, y el resultado era el mismo,
cuatro paredes, un suelo y un techo impolutamente blanco, y él, en el centro
mismo de aquel cubo inmaculado. <<Ya sabes perfectamente lo que ha
pasado, tomaste una decisión, estabas cansado, dolido y solo, es compresible,
vuestro trabajo aquí es duro, pero no fue una decisión acertada. Atentaste con
lo único sagrado, la Vida, tu propia Vida. Lo estás entendiendo, la
inmortalidad del Alma y del Espíritu, es un hecho, formamos parte del Universo
eterno, de nuestro Padre/Madre y la energía vital es nuestra composición, el Amor.
Aún no era tu momento, estabas realizando un trabajo valiosísimo para lo que tú
viniste voluntariamente, fue un acto de amor, es preciso que lo termines. Estoy
aquí para ayudarte a volver y hacerte entender que eres amado, de que no estás
solo, y sobre todo que de esta manera no es permitido regresar a casa. No
olvides que siempre hay una salida y que tú siempre decides el último sobre ti
mismo, puede que los caminos sean difíciles pero siempre existen… Eres querido
y amado>>
Tuvo un sueño muy misterioso
y bastante insólito, soñó que se le aparecía un ángel, él se había suicidado y aquel
ser celestial tras hacerle ver lo que había hecho, de su grandísimo error, le
reconfortó y le mostró la posible salida, perdón, las salidas que podía haber
tomado antes de quitarse la vida, fue increíble y bastante revelador. Despertó
feliz, muy contento, de alguna manera una semilla en él había germinado, una
esperanza y una fe renovada, la alegría de vivir se instaló en todas y cada una
de sus células. <<He de irme, antes de borrar tu memoria observa lo que
está aconteciendo a tu alrededor, ello se te ha concedido>> Se desperezó
lentamente, acto seguido, se sobresaltó un poco pues habían personas a su
alrededor que no conocía. Todas lloraban, no parecían tristes sino todo lo
contrario. Entre esas personas había dos hombres y una mujer que discutían
afanosamente, parecían distintos a los demás, llevaban batas blancas. Escuchó,
observó, y recordó de nuevo, pero esta vez no parecía recuerdos de su vida. Era
un chico joven, deportista y estudiante de filosofía, le quedaba un curso para
licenciarse. Tuvo un accidente de moto en el que debiera haber muerto, en
realidad era así, pero su cuerpo seguía en este mundo gracias a los adelantos
del hombre, unas máquinas mantenían las funciones vitales, pero su cerebro
abandonó este mundo al igual que su alma en aquel fatídico accidente. Su
familia, la familia de aquel chico, después de un año y medio, aún no estaba
preparada para despedirse y mantenían con vida ese cuerpo sin alma.
El milagro se dio, ese joven
después de todo pronóstico volvió a la consciencia, volvió a la luz, era un
segundo nacer, dijeron algunos, no errando en la verdad. << Necesitabas
un cuerpo para poder seguir tu trabajo, deberás pasar por algunas situaciones por
las cuales ya habías pasado, es un precio que has de pagar. No recordarás, es
imprescindible para que prosigas tu propósito por dónde lo habías dejado. Es el
momento, nos veremos en tu regreso a casa…>> Una luz inmensa y cálida
cegó momentáneamente sus ojos, pero trascurrido unos segundos pudo abrirlos,
encima de si, unas caras sonrientes y llorosas le daban la bienvenida de nuevo
a este mundo…
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