jueves, 19 de abril de 2012

Solo por Hoy Trabaja Duro

    Principios del Reiki
   A la luz de una vela se posaba mi descanso tras la dura jornada, acariciaba su calidez mientras repasaba los acontecimientos monótonos del día y aquellos que no pasaron desapercibidos. Mi alma tranquila me abrió la ventana de la consciencia. Tras el umbral, majestuoso aparecía el vasto valle entre luces del día y oscuridades de la noche, entre flores armoniosas y  sonidos musicales, allí ante mí lo vi claro, el Mundo, la Vida, Yo misma,… ese es el trabajo y no otro.
   Los mecanismos del mundo siguen engrasados y dispuestos para el funcionamiento, los edificios albergan a las hormigas trajeadas con vestimentas de faena. Todas al unísono trabajan afanosamente para destruir y construir mundo, todas sin saberlo contribuyen al sistema, a veces derribando y demoliendo, otras obrando y construyendo.
   Y todos, independientemente de la labor para ganar el sustento, escuchamos una voz interior, una muy especial. Es un grito de alarma o de alabanza, según dirijas tu vida a realizar lo que eres o no, es una señal que indica el camino a seguir, pues el objetivo del ser es Ser lo que se Es.
   La felicidad pareciera ser un invento de alguien aburrido y soñador, esta es la visión extendida en la humanidad y se mira de esta manera pues difícilmente seguimos la llamada, esa voz sabia y amorosa que nos indica la ruta.
   ¡Trabaja Duro!, Trabaja en lo que eres pues la felicidad caerá en tu terreno como fruta madura, dulce y fresca. El corazón no engaña, el corazón es la boca del Ser, el te indica y tú, yo, vosotros y nosotros solo hemos de trabajar en ello, es sencillo, habrá de poner la energía y el esfuerzo en aquello que nos apasiona y luchar por ello. Si no lo haces, no lo hacemos, la desgracia, la infelicidad y la tristeza caerá en nosotros como plomo, convirtiendo nuestras vidas en el infierno prometido.               
   ¡Gana tu sustento honradamente!, la energía se mueve en ambos sentidos, la energía que sale traerá de vuelta otra de la misma naturaleza. Teniendo esto como base, sería necesario no olvidar que todo aquello que ponemos en marcha traerá sus consecuencias, es ley, pero es evidente que el ser humano tiene que lidiar con dificultades y con la dualidad. Es por ello que para no caer en la ignorancia consentida, instalemos como bandera el “No hacer a los demás lo que no desee para mí”. Es una regla sencilla e infalible.
   Es hermoso mirar una vida y vislumbrar como una persona ha trabajado por aquello en lo que deseaba su corazón, en su sentir y máxime cuando además, se hace de la vocación la profesión. ¡Enhorabuena! El espíritu y el Universo están contentos.

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