lunes, 14 de abril de 2025

Tigre

   Su rugir no me daba miedo, a él tampoco. Íbamos de la mano. 

   El tigre nos seguía y se puso a nuestro lado. Caminábamos juntos los tres... ¿Armonía? Curioso... 

   La espiral nos alcanzó, estando en su interior, nos miramos y sin palabras, decidimos seguir adelante. 

   Recuperé mi poder, él se sintió igual, el tigre... fué él mismo. 

   La música sonaba, y con su ritmo mágico, los tres abrimos esa puerta... 

   Me ví, nos vimos. Los Yo oscuros estaban en el rincón, agazapados, muertos de miedo, pero a la vez, llenos de ira. Saltaron en ataque mortal... 

   En un momento, todo fué un caos, pero el tigre sacó sus garras y rugió con fuerza. No hizo falta nada más, después, calma absoluta...  

Nos miró y dijo, yo soy tú, tú eres yo, tu y yo...

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