"Inmaculadas las manos y embarrados los pies, se enmascara la coherencia con vestigios del pasado que duelen como clavos hincados en esos mismos pies.
La fuerza no está en las manos que portan un martillo, sino las que
sostiene una pluma, bien sea para transcribir los sentires de la consciencia,
bien sea para limpiar auras vestidas de blanco pero con raíces negras.
Suaviza tu furia y enfurece tu condescendencia, pues los opuestos han de
andar hacia el cero, y en el no positivo y en el no negativo encontrarás tu
respuesta y tu puerta...
Puertas hay muchas pero sólo una para llegar a ese salón. Una vez allí,
tranquilo, espera, habrá luces de colores que te indicarán el camino siguiente.
Las demás puertas, son descubrimientos de tu ser, del Ser, que aún debes
recorrer...
Bonito es el amanecer que vislumbráis pero recordad que también fue bonito
el atardecer...
Descubre tu mañana mirando tu ayer, lo que hiciste te llevará a tu hacer y
lo que te quitaron te llevará a lo que recibirás. Dos cosas distintas en
armonía.
Perdona tu miedo, perdona tu no estar en tu esencia, es lo primordial en
este momento, sin ésto, la espada que empuñes será arma de asesinato y no de
Justicia. La justicia ha de estar ciega, pues los ojos con los que ve son
otros, no son los del humano.
Confía, la actuación ha de darse desde el corazón y no desde el poder
personal, y cada corazón late a un ritmo. Confía, no hay órdenes comunes, hay
órdenes individuales que podrán ser sumadas a otras. Deja que fluya el
movimiento de iguales como ingredientes de una comida.
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